miércoles, 16 de marzo de 2016

196

Estaba en un campo abierto jugando una especie de futból americano, de ahí me encontré con mi hermano y fuimos juntos a descender unos rápidos desde el nacimiento del río. Al término de la aventura, llegamos a otro lugar, un rancho en el que mi madre asistía a un convivio.

Recuerdo que al observar a mi alrededor te veía a ti, tu cara más redondeada de lo que recordaba me hizo pensar que habías subido de peso, al parecer ninguno de los dos quiso lanzar el primer saludo, ni tu me miraste ni yo intervine para obtenerlo. Estabas detrás de una portezuela junto con otras personas...

Me acerqué a saludar a tu papá, quien estaba más cerca de mi, en ese momento supuse que estábamos en el rancho de tus padres. Fuí efusivo y cariñoso, tenía mucho tiempo que no sabía nada de él, de tu familia siquiera. Mientras conversaba trivialidades con él, observé por sobre sus hombros que había a unos 100 metros una cabaña, y afuera de ella se había estacionado un jeep. Cerca y observando hacia nuestra dirección estaba tu pareja, desconcertada por mi presencia, incómodo supongo.

Te busqué y no hallé en el paisaje, supongo que te habías ido para estar con él...

No recuerdo más. Desperté a las 3:45 am junto con el bebé que pedía leche e inmediatamente guardé esto que escribo. Dormí tranquilo, me gusta soñarte y tengo ganas de ir a ese rancho, espero tener valor para hacerlo pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario